extraño algunas cosas
pero prefiero el desapego
entonces
lo que me queda es todo
y ya no extraño nada
por que tengo conmigo
miradas, charlas, gritos, cantos
certezas, dudas, ecos, viajes,
almanaques, besos, luces, comidas, risas y llantos
y si estuve ahí
estuvo ahí.
entonces,
ahora si , dispongo de un baúl sin llave
pero sin baúl, sin llave.
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extraño el mar... y eso que lo tengo enfrente...
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