Noche de capacidad

Si nuestros colegas músicos del viernes pasado nos preguntaran cómo es que hacemos música, yo, Bob, el Robin Hood del cyberespacio, les contestaría que a las conocidas horas culo estudiando, practicando y moldando la masa ( nunca es suficiente ) hay que sumarle cierta capacidad de empatía, digo más claro, muchachos, hay que ponerse en el lugar del otro. No es cuestión de ser papá de grandulones mal afeitados, como uno mismo, pero ya estamos grandes para andar diciendo cuando subir y bajar de un escenario cuando los compromisos ya están asumidos. Lo que se genera luego es un ridículo estado de " me cago en vos " con " qué bien que tocás" lo cuál, a mi ( y a los otros dos ) nos chupan bien un huevo.
Por supuesto que la fecha fué muy linda hasta el momento en el cuál debimos cortar, por cuestiones de horario. Pecamos de ingenuos si echamos culpas a la municipalidad, o la gente del boliche, si entre los músicos no nos respetamos. Linda frase esa que dice " entre fantasmas no nos pisamos la sábana" . Gracias a los que nos invitaron a tocar y a los que nos siguen desde que empezamos y los que se fueron sumando en todos estos años. Salud!